Es curioso, hace un año más o menos ni siquiera sabía lo que era Twitter. Un colega, Jesús Manuel me mandó un mensaje una noche: "Enjuto Mojamuto ha puesto en twitter el enlace de tu sketch de Darth Vader". Y yo pensé: "¡guay!" Intenté entrar en twitter para verlo, pero no entendía nada de lo que estaba pasando. Veía "arrobas", nombres extraños, direcciones sin "www" ni ".com", ni una imagen... Así que desistí, en palabras de un profano: "no sabía qué cojones era eso".
Y no recuerdo cuándo fue la primera vez que dije: "Voy a investigar", pero lo hice. Un seguidor, dos, diez... 50... Celebré mi seguidor nº 100 prometiendo una foto mía desnudo, promesa que, con algún que otro truco, cumplí. Ahora voy por los 628, y puede que sean muchos, pero veo a mi colega Dani Rovira con más de 40.000 y pienso: "¡pues no me queda ná!".
No sé si es una bendición o una maldición. Por un lado, Twitter te hace tener la mente ágil, más aún para un trabajo como el mío. Estar constantemente pensado cosas, gags, ideas, chascarrillos, chistes, estupideces, promos, etc. Por otro lado... Lo mismo no siempre tengo por qué poner nada. Nos auto-obligamos a estar constamente maquinando para ser ingeniosos, sutiles, para dar al público lo que creemos que se nos pide (sin saber que probablemente nadie nos pide nada). Esta misma entrada del blog me surgió de ahí, estaba frente a Twitter pensado: "qué pongo, qué pongo". Son las 4 de la mañana, y he preferido dejar este pensamiento en mi blog en vez de escribir un tweet. Dispongo de más de 140 caracteres y aquí puedo plasmar más de mí que el 80% de los 1855 tweets que llevo hasta ahora.
¿Qué quiero decir con todo esto? Ni yo mismo lo sé. Quizás que a veces no hace falta decir nada, que con poner 1 tweet cada 3 horas vale, que tal vez es mejor salir a tomar el sol que pensar cuál será mi siguiente comentario. No sé, sinceramente, no sé cuál es el objetivo de este post.
Lo que sí sé es que me divierte compartir mis tonterias, que me gusta retarme a mí mismo intentando decir genialidades (la mayor parte del tiempo no lo consigo), que puedo hacer que al menos 628 personas sepan lo que pienso en el momento que lo pienso... Que estoy ahí para cuando alguien me pregunte algo, para cuando me cuenten algo, para cuando quieran que esté ahí.
No idolatro a Twitter, idolatro la posibilidad de poder estar en contacto con los demás e intercambiar pensamientos. Quizás era esto lo que quería decir, no sé... Seguiré pensando mi siguiente tweet.
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