lunes, 29 de agosto de 2011

Ya he pasado la línea de los 80!!

Nada, sólo quería informaros que ya estoy en 80 kilos aprox, jeje. Mi objetivo es llegar al menos a los 70, y  cuando empecé el verano superaba los 85.

Teniendo en cuenta que he pasao por New York, una boda, una cena, cumpleaños y demás... Bueno, se puede pedir más pero hay lo que hay, jeje.

Espero seguir informando con mejores noticias, y a ver si retomo lo de New York!

domingo, 17 de julio de 2011

2ª parte: "¡Estoy en New York!"


Próxima parada: Brooklyn. Al igual que me pasó con Nueva York, no puedo decir que la primera imagen de Brooklyn fuera alentadora. Salimos de la parada del Subway (Metro, para los no iniciados, jeje) de Graham Av. y una bofetada de un peculiar olor nos invadió. Era un Restaurante que había cerca de la boca de Metro, aunque entonces no lo sabía, de hecho, desde entonces, cada vez que huelo algo parecido digo: “mmmm, huele a Brooklyn”, ahora con tono cariñoso, en ese momento indiferente. No era un olor ni bueno ni malo, simplemente, peculiar.

Digo que mi primera impresión de Brooklyn no fue nada especial no sólo por el olor (faltaría más), si no porque excepto determinadas cosillas, tampoco me evocaba a esa imagen estadounidense que se ve en las películas. Por ejemplo, no veía que los coches que circulaban fueran diferentes, eran como los de aquí. Pocos coches pequeños, si, pero como los de aquí. A ver, hago un inciso, no estaba ni decepcionado ni disgustado. Simplemente no estaba excesivamente emocionado.

Llegamos a ese peculiar pisito de Dani donde viviríamos los próximos 9 días. Peculiar porque las tablas eran del año de la guerra de Secesión, si pasaba alguien por alguno de los pisos colindantes lo escuchabas en tu propio suelo, como si hubiera un fantasma. Una duchita y Dani se dispuso a llevarnos a la zona cero. Por entonces ya nos había explicado lo que era un Bagel; un pan típico norteamericano que puede rellenar CON LO QUE QUIERAS y que, por lo visto, engorda un huevo. Ya me estaba aclimatando a la ciudad, ya que planeamos al día siguiente desayunar en la “Bagel Store”, y a mí… se me conquista por el estómago.

Ese día: Metro, caminata y… ¡Rascacielos! Por fin me metí en la zona neurálgica de Manhattan, precisamente lo que estaba buscando: grandiosidad, edificios enormes, calles anchas y muchas banderas norteamericanas. Antes de este viaje, como buen español que soy, veía ese amor por la bandera como una “americanada” típica de las películas, pero es que realmente les gusta su bandera y están orgullosos de ella. Probablemente deberíamos preguntarnos por qué no estamos orgullosos nosotros de la nuestra, porque “dejando la política y la historia a un lago”, es la bandera del sitio donde vivimos, que estará mejor o peor “dirigido”, pero la bandera de un país no debería representar a los políticos o hechos que han sucedido en el pasado… Sino a la gente de a pié que vive en él. Sí, en la práctica no pasa, sólo sacamos la bandera cuando juega el España, después, de nuevo al cajón, y si la llevas: “Uuuuh… ¡facha!”.

Estuvimos en la zona cero, en la que ya hay un edificio a medio construir que es “pa verlo” de alto… Y New York me volvió a ganar a través del estómago, cenamos en un “Deli”. Para quien no sepa lo que es: Hay comida expuesta tipo buffet libre, pero no es lo mismo. Coges lo que quieras, de la variedad que quieras y la cantidad que quieras, y sea lo que sea lo cobran al peso. Ya cojas 200g de sushi o de macarrones, te va a costar lo mismo. Así que, con el estómago contento, nos fuimos a ver el puente de Brooklyn iluminado y nos topamos en el puerto con una tremenda exhibición de cohetes. Era el primer día de verano y nos tocó a nosotros y en el sitio ideal desde donde verlo. Definitivamente, teníamos mucha suerte.

Ya estaba yo metido en la dinámica de la ciudad y entusiasmado por ver más, ya estaba viendo las cosas que quería. Y aún quedaba algo especial: el Ferry. Siendo de noche y con las luces de la ciudad en modo “on”, cogimos el Ferry gratuito (digo gratuito, de nuevo, como buen español que soy. Oímos GRATIS y nos encanta, sea lo que sea, jaja) que te lleva a Staten Island para ver la estatua de la libertad. A la gente siempre le decepciona porque es más pequeña de lo que parece, y lo es… Pero es como es, a mí me gustó, la había visto en miles de fotos, pelis, dibujos, series… Y si le unes el encanto de verla iluminada de noche, mirar al sitio de donde veníamos y ver (también entre luces y cielo oscuro) el Slyline de Manhattan… Pues qué más se puede pedir.

Tras esto volvimos a casa. Estaba muy, muy cansado. Me había pegado un viaje en coche hasta Madrid, de ahí un avión a Lisboa y de Lisboa a New York, llevaba el día entre caminando y cargando con una maleta… Y todo casi sin dormir. Ahora me había llegado el sueño. Sólo quedaba llegar a casa, descansar y levantarme dispuesto a decir, esta vez ilusionado… “¡Estoy en New York!”.

domingo, 10 de julio de 2011

Cómo fui a Nueva York (y cómo volví)

Nueva York, esa ciudad que encanta a los que la miran como ciudad y decepciona a los que esperan ver ovnis, explosiones y dinosaurios por Central Park.

Sí señores, esta será mi descripción, una ciudad con encanto pero caótica, por donde puedes pasear tranquilo pero nervioso, cara, cuando quieres que sea cara, y tirada cuando lo que buscas son gangas. Y me gustaría dividir a los que van a visitarla (según la gente que conozco) entre los que la viven como turistas y los que intentan formar parte de ella. Creo que nosotros (Espe y yo) fuimos como un poquito de ambos: Como turistas, porque es lo que somos allí y como ciudadanos, ya que no fuimos “pasto de hotel”, sino que tuvimos nuestra propia llave en un peculiar pisito de Brooklyn.

Si esperáis una guía turística de la ciudad, ya podéis dejar de leer, no seré objetivo, ya que no voy a hablaros de cómo es nueva York, sino de cómo la vi yo.

¿Cómo podría empezar este viaje? Siempre quise ir a NY. Llevo casi 31 años viendo pelis americanas, eso es evidente. La estatua de la libertad, la 5ª Avenida, el Central Park, Times Square… Cada pequeño rincón puede recordarte a una de tus películas favoritas, Actuales o, en mi caso, las que más me calaron: Las de mi infancia. Esas persecuciones por Central Park en Sólo en Casa II. Tom Hanks tocando un gran piano en el suelo de una tienda de juguetes tras ser convertido en un “big” hombre en el parque de atracciones de Coney Island, los vítores de alabanza y ánimos que soltó la ciudad de Nueva York en las dos partes de Cazafantasmas (la primera película empieza en la Biblioteca pública, la misma que se inunda en “El día de mañana”)… Sí, mi primera intención fue: “iré al lugar donde se graban todas estas escenas”. Cometí un error, el de la gente que espera estar “dentro de una película”.

Seamos realistas, Nueva York es una ciudad. Tiene tráfico, olores, ruido, gente con buena y mala pinta, uno de los metros más viejos, sucios y calurosos que he visto en mi vida… Es una ciudad, no es el paraíso. Pero también tiene algo… Tiene DE TODO. Mucha gente dice al volver: “no es para tanto”. La pregunta es: “Y, ¿qué esperabas encontrar?”, repito, es UNA CIUDAD.

A mí me ocurrió. Llegamos al aeropuerto de Newark (New Jersey). Lamentablemente no pudimos ver el JFK o el de la Guardia, fuimos si no me equivoco, al que está más en el quinto caraj… Muy lejos. Pasamos por la aduana (con muchas banderas norteamericanas y mucho respeto) y lo primero con lo que nos topamos fue con un agente de aduanas bastante agradable. Incluso cuando le dije que de profesión era “actor” me preguntó sonriendo si yo era el Brad Pitt Español… Evidentemente no, podría ser más bien el Tom Cruise, por altura, aunque tampoco (yo soy más alto, jeje).

Hasta ahí bien, pero al salir de ahí nos dimos cuenta de dos cosas: 1. Que allí mucha gente habla español (mejor que nosotros) y 2. Que nosotros hablamos inglés como auténticos monos. De hecho muchas veces les preguntábamos en inglés y nos contestaban en español, nos verían cara de “qué mierda estoy diciendo, qué me pasa en la lengüita”. Así que entre que estábamos más perdidos que una mierda de pato y que casi nos da un soponcio en el metro por el calor, las pesadas maletas y los inteligibles (entonces) jeroglíficos que ellos llaman “carteles” nos presentamos en la estación de Union Square, miramos alrededor y dijimos algo así como “esto es una ciudad como cualquier otra… ¿Dónde están los pisos altos?”.

Así fue mi primera impresión, un tanto desconcertante. No mala, sino inesperada. Sabía que aún no había visto nada (por dios, nos acabábamos de bajar del metro), pero lo que había visto no me había parecido nada del otro mundo.  Tal vez iba con la mentalidad de la que os hablé anteriormente, entrar de lleno en una película de negocios y multinacionales de los 80s donde una oleada de ejecutivos cruza a la vez el semáforo, pasa un taxi conducido por un hindú con turbante, y un señor negro vende perritos con una gorra de los Yankees mientras hace chistes malos a sus clientes. No, no ví nada de eso, vi UNA CIUDAD.

A los 3 minutos llegó nuestro amigo y director de esa serie que espero hayáis visto (publicidad suibliminar de “Hasta el Final”) Dani Zarandieta, quien se había ofrecido a alojarnos en su pisito de Brooklyn y, la verdad, yo al menos me tranquilicé un poco. Ya teníamos guía, podría relajar mi cebrero un ratito para dejar de pensar:  “¡¡hacia dónde hay que ir!! ¿¿Qué es Down Town?? ¿¿Dónde está Brooklyn?? ¡¡Quiero ir con mi mamá!!”. Ahora teníamos lazarillo, y nos disponíamos a empezar oficialmente en aquella CIUDAD llama Nueva York.

Continuará…

domingo, 12 de junio de 2011

¡Por un mundo hipocalórico!

“Lo que no mata, engorda”, o al menos eso dicen. Yo tengo otro pensamiento “Lo que no adelgaza, engorda”. ¿Tiene algún sentido? Probablemente no, ¡pero es lo que hay!

Hay quien cree en Dios, en un ser superior que vela por nosotros y que nos quiere, y que bla, bla, bla… No sé si habrá más de un dios, pero el dios de la comida, es un hijo de p…

“Todo lo rico, engorda”, ésta sí que podría ser la auténtica frase. Miles de alimentos, cada uno con sus propiedades, y los que más gustan son los que más engordan. Rezo por el día que alguien me diga mientras me ve comiéndome una triste ensalada de lechuga y tomate: “Uuuuuh… ¿Tú sabes los que engorda eso?”.

Es que ya no puedes ni comer la fruta que te gusta. Haces todo lo posible por estar sano: Verdura, hortalizas, te comes un plátano y: “Uuuuuh… ¿Tú sabes los que engorda eso?”. ¡Qué casualidad hombre! ¡Una de las frutas más RICAS que existen!

Creo que el dios de la comida pensó: “Voy a hacer que los humanos se agobien por la comida. Les voy a meter calorías por un tubo a todo lo que les gusta, y a ver qué hacen. Yo mientras los observaré desde aquí arriba, ná, por curiosidad…”. No entiendo por qué no podría haber sido así, nosotros encerramos a monos en vitrinas, les damos palos y miramos cómo intentan coger con ellos un plátano atado a una cuerda. “¡Cuidado monito! ¡Que el plátano engorda!”.

En el siglo XXI que estamos, digo yo… Que existe el chocolate bajo en calorías, la Cola Zero, el Biocentury y la caloría que los parió… Podrían inventar algún tipo de pasta o de masa para pizza que no engorde. No integral no, que NO ENGORDE. Vamos a velar un poquito por nuestra salud, sí, pero también por nuestro paladar, please. O un tipo de carne creada sintéticamente que sepa a pollo, a ternera, a cerdo o a carne humana, si es lo que te gusta, y que NO ENGORDE. Que alguien te vea dándole bocados a un chuletón (artificial) de kilo y medio y te diga: “Este… ¿Estás a dieta?”.

En fin, este post (qué me gusta esta palabra) seguramente sea un efecto secundario de la dieta que estoy haciendo ahora (que por cierto, no estoy pasando tanta hambre como debería, je je), lo que no quita que no piense todo lo que he dicho. Me encanta comer, soy un devoto de la buena [y mala] comida. Me encanta el sushi, las pizzas, la pasta, beberme un cubatita tranquilo sin pensar en las calorías que tiene… Pero no estaré es paz hasta que mi talega no deje de asomarse, mirarme a la cara y decirme: “Uuuuuh… ¿Tú sabes los que engorda eso?”.

¡Por una vida comilona y sana!

domingo, 8 de mayo de 2011

RYANAIR (la emoción de volar...)


La mejor experiencia de mi vida después del Dragon Khan de PortAventura, sin duda.

Desde que llegas al aeropuerto, hasta que le dices adiós con la mano al que pudo ser el último vuelo de tu existencia pasas por cosas bonitas a la par que emocionantes.

Lo primero es lo primero, hay un punto a favor de nuestros amigos de Ryanair, y es que llegas ya con tu billete impreso de casa, te libras de una tediosa espera en el mostrador de facturación. En su caso, llegas, y te metes directamente en la terminal. Hasta ahí todo OK (y quizás casi el único OK).

Mi cuestión es: ¿¿TANTO CUESTA PONER EN INTERNET, UN BOTONCITO EN EL QUE PONGA: “SELECCIONAR ASIENTO”??. Si al fin y al cabo somos nosotros mismos los que los elegimos cuando nos montamos en su autobu… Avión… ¿Por qué no traerlo seleccionado de casa? Es mejor para nosotros y para ellos, se evitaría la cola que te has librado en facturación pero que te comes enterita al subirte al avión. La gente no se pondría cual hiena hambrienta en la cola 40 minutos antes para coger los mejores sitios. Si la ley de Ryanair es: “el que primero llega, primero elige” (tal y como elegían terreno en el viejo Oeste), ¿por qué no hacerlo desde casa?

Nada que decir sobre su “portamaletas”, o como yo le llamo, el “a ver si cabe”. Creo que tiene un sensor para que, si la maleta no cabe, suene un sonido de “maquina registradora”, lo que significa que tienes que endiñarles dinero. Son como buitres del dinero… “No cabe la maletita, pues me enseñas tu pastita”.

Tras pasar por tu amiga la azafata (o sobrecargo) que te rompe TU precioso papel impreso en TU impresora, yo no sé en otros aeropuertos, pero en Sevilla tienes que ir a pata hasta el avión. Nada de lanzadera ni de túnel futurista hasta el avión: A patita. Pienso que los de Ryanair incluso se habrán planteado sustituir a los azafatos por pastores para que vayan guiando al rebañ… A los pasajeros hasta el autob… Avión.

Llegas al avión, eliges asiento: ¡Mariquita el último! Y despegas, y te venden cosas, y te dan rasca y gana, y la azafata no se calla, y en los portamaletas hay publicidad, y sólo falta un señor sudoroso gritando “¡¡Vendo chuuuuuuurros, señoraaaa, palomiiiitas, perriiiiiiiitos, hamburgueeeesas, señooooooraaaaa!!”. Bueno, supongo que para esto sólo hay que esperar a que el señor “Ryan” lo vea rentable, pues seguro que es su lema: “Si se puede, se hace”.

Y aterrizas, y suena el zafarrancho de combate si llegas puntual (lo que dije antes, como en el oeste cuando salían escopetados para buscar terrenos). En mi último vuelo (un día antes de escribir este post), literalmente el avión BOTÓ al aterrizar. Fue divertido, porque el Dragon Khan no hace eso, el Dragon Khan es seguro.

Y hay tantas sonrisas, y tanto buen rollo, y tantas ganas de volver con Ryanair que no me lo pienso más. En cuantito cuelgue esto en el blog, dos segundos después, me pondré a buscar un vuelo, con destino al azar, por el placer de volar… Y nada, ¡¡¡espero que tengan plazas en Vueling!!!esteOeste

jueves, 14 de abril de 2011

Twitter (para bien o para mal)

Es curioso, hace un año más o menos ni siquiera sabía lo que era Twitter. Un colega, Jesús Manuel me mandó un mensaje una noche: "Enjuto Mojamuto ha puesto en twitter el enlace de tu sketch de Darth Vader". Y yo pensé: "¡guay!" Intenté entrar en twitter para verlo, pero no entendía nada de lo que estaba pasando. Veía "arrobas", nombres extraños, direcciones sin "www" ni ".com", ni una imagen... Así que desistí, en palabras de un profano: "no sabía qué cojones era eso".

Y no recuerdo cuándo fue la primera vez que dije: "Voy a investigar", pero lo hice. Un seguidor, dos, diez... 50... Celebré mi seguidor nº 100 prometiendo una foto mía desnudo, promesa que, con algún que otro truco, cumplí. Ahora voy por los 628, y puede que sean muchos, pero veo a mi colega Dani Rovira con más de 40.000 y pienso: "¡pues no me queda ná!".

No sé si es una bendición o una maldición. Por un lado, Twitter te hace tener la mente ágil, más aún para un trabajo como el mío. Estar constantemente pensado cosas, gags, ideas, chascarrillos, chistes, estupideces, promos, etc. Por otro lado... Lo mismo no siempre tengo por qué poner nada. Nos auto-obligamos a estar constamente maquinando para ser ingeniosos, sutiles, para dar al público lo que creemos que se nos pide (sin saber que probablemente nadie nos pide nada). Esta misma entrada del blog me surgió de ahí, estaba frente a Twitter pensado: "qué pongo, qué pongo". Son las 4 de la mañana, y he preferido dejar este pensamiento en mi blog en vez de escribir un tweet. Dispongo de más de 140 caracteres y aquí puedo plasmar más de mí que el 80% de los 1855 tweets que llevo hasta ahora.

¿Qué quiero decir con todo esto? Ni yo mismo lo sé. Quizás que a veces no hace falta decir nada, que con poner 1 tweet cada 3 horas vale, que tal vez es mejor salir a tomar el sol que pensar cuál será mi siguiente comentario. No sé, sinceramente, no sé cuál es el objetivo de este post.

Lo que sí sé es que me divierte compartir mis tonterias, que me gusta retarme a mí mismo intentando decir genialidades (la mayor parte del tiempo no lo consigo), que puedo hacer que al menos 628 personas sepan lo que pienso en el momento que lo pienso... Que estoy ahí para cuando alguien me pregunte algo, para cuando me cuenten algo, para cuando quieran que esté ahí.

No idolatro a Twitter, idolatro la posibilidad de poder estar en contacto con los demás e intercambiar pensamientos. Quizás era esto lo que quería decir, no sé... Seguiré pensando mi siguiente tweet.

domingo, 10 de abril de 2011

¡TENGO QUE ADELGAZAR! (El lunes me pongo)

Esto es un mensaje de autocompasión, de solidaridad, de reflexión y de sollozo... Esto es un homenaje a todas aquellas personas que, como yo, todos los domingos se hacen la misma promesa: "Mañana lunes me pongo a régimen".

No en vano... Se acerca poco a poco el verano y el buen tiempo. Y con él: el elitismo, las cachas fornidas a la luz del sofocante sol, la indiferencia por los "No aptos" para lucir sus carnes... los típicos comentarios: "¿no estarías mirando a mi novia, no? - No, señor, es que me empalmo haciendo castillitos de arena...".

La cuestión es la siguiente. Mucha gente dice: "el físico no es importante, lo que importa es lo que llevas dentro". Pues lo que yo llevo dentro son 2kg de suculenta pasta italiana. Pero ese no es el dilema. La pregunta es: ¿Nos sentimos realmente mal con nosotros mismos o sólo es un malestar proyectado de lo que creemos que piensan los demás sobre nosotros?

El verdadero riesgo viene después: La salud. Mucha grasa conlleva problemas de corazón. Al menos eso decía el Dr. Nacho Martín. Mi problema creo que viene por otro lado. La comida se va al corazón por falta de espacio en el estómago. "Dr. se nos va... ¿qué es? ¿un paro cardíaco? - ¡No, un macarrón atascado en la ahorta!"

Pero en fin, yo sigo culpando a las pastelerías... a Gallo, por sus deliciosas pastas... a La Cigala, por ese arroz que no se pega... Vamos, que la comida es una droga. Deberían poner en los paguetes: "Advertimos que comer esto más de tres veces al día podría incrementar su peso, y Pastas Asociadas avisa: La bulimia no es una opción".

Pues sí, que la cosa es la siguiente, que cada cual haga lo que crea más sano con su cuerpo, y que el que está al lado no sólo juzgue el físico. Si respetamos y nos respetamos ya vereis como vuelve la época del destape al más puro estilo "Esteso y Pajares". Aunque yo "R que R" con lo mío: "Este Lunes me pongo a régimen".

                                                     Tappy

La cita de la semana: "Ni todos los "gorditos" son graciosos, ni todos los graciosetes tienen por qué caer gordos"

domingo, 27 de febrero de 2011

Cine de Comedia... En España...

Este post está inspirado en uno que colgó ayer mismo mi compañero Javi Ros en su blog, aquí está la dirección, aunque opinamos de forma muy parecida en este tema: http://javiros.blogspot.com/2011/02/comedia-espanola.html

El asunto se plantea así. En Norteamérica, la mayor parte de comedias están protagonizadas por cómicos, muchos de los cuales han tocado anteriormente el género del Stand up Comedy (en España, más conocido como monólogos). Algunos de estos artistas nunca han dejado de actuar por escenarios. Otros muchos sales de programas archiconocidos como Saturday Night Live.

Hablo de cómicos tan conocidos como Woody Allen, Adam Sandler, Seth Rogen, Jim Carrey, Chris Rock, etc. Caras conocidas que hemos visto 1000 veces, y cuando te enteras dices: "¿este también ha hecho monólogos?", pues sí... Empezaron así, continúan así, son así...

¿Qué pasa en España? Tenemos una cantera de geniales humoristas desde hace más de 10 años. Algunos menos conocidos que otros, pero no por ello menos profesionales. Cómicos como Joaquín Reyes, Goyo Jiménez, Daniel Rovira, Txabi Franquesa, Iñaki Urrutia, David Navarro, Piedrahita, Quequé... Y me dejo muchos en el tintero (que sepan que si no los pongo a todos, es porque son muchísimos; esto más que un post parecería la Lista de Schindler).

Creo que podrían hacerse muy buenas comedias protagonizadas cómicos, y no sólo me refiero a actuar, sino también escribiendo sus guiones. Hay que tener en cuenta que estas personas (yo incluido) se dedican a actuar día a día delante de público, viendo sus reacciones "on line", probando lo que les hace reír y lo que no... Hablamos de comedia, quién mejor para escribirla que un cómico.

Al menos, me congratula saber que esta pequeña meta cada vez está más cerca. En Norteamérica, los monólogos llevan décadas y décadas, aquí aún estamos aprendiendo a andar (y aún así se hacen cosas muy buenas), y cada vez, de forma más habitual, podemos ver en cine algunas caras de esta nueva hornada de profesionales: Carlos Areces, Ernesto Sevilla, Julián López.

Me gustaría dejar un pequeña súplica a los espectadores españoles: Dadnos esa oportunidad. Los actores profesionales lo hacen genial, no lo niego, pero no todos saben hacer comedia... Un pequeño voto, sólo pido eso. Quién sabe, lo mismo veis una película sólo interpretada por cómicos, aunque no todos sean conocidos, y salís del cine diciendo: "¡Eh! ¡Pues me he reído mucho!".

¡Gracias por su atención!

martes, 22 de febrero de 2011

EXPEDIENTES X (de la vida real)

Si mi madre tiene una vajilla estupenda de porcelana que le ha costado una pasta, y que nunca saca porque la reserva para "ocasiones especiales", ¿porqué cuando llega fin de año saca platos de plástico y cubiertos que no pinchan?

¿Cuál es el auténtico sentido del charco de papel de plata que ponemos en el Portal de Belén? ¿Desde cuando en el desierto hay lagunas con cisnes?

Si la gente que llama a "Hablar por hablar" está tan sola, ¿porqué hablan en voz baja? ¿a quién van a despertar?

Si el Super Glue 3 es tan bueno, ¿por qué no se pegan las cerdas del cepillito que te trae a veces?

La Mantis religiosa se parece bastante a la especie humana. En el primer caso la hembra se come al macho después de aparear. En nuestro caso se lo come después del juicio de divorcio. Al menos la hembra humana deja más "carrerilla".

¿Cómo puede seguir creyéndose los niños la frase "como no os calléis, doy la vuelta y nos vamos a casa" y no saber que el Ratoncito Pérez es el bulo más grande jamás contado?

¿Cómo puede un niño aprenderse de memoria la alineación de todos los equipos de Primera y luego suspender un examen de los Reyes de España?

¿Porqué los repartidores de Telepizza no se quitan el casco cuando hacen una entrega, no se dan cuenta de que van acojonando al personal?

Si el hombre medieval moría a la edad media de 40 años, ¿cuál era la edad permitida para conducir, a los 12 años? Así es normal que sólo vivieran hasta los 40 años.

Si Popeye sale con Olivia, que se adula cada vez que Brutus le tira los tejos... ¿no es Olivia una somera guarra?

¿Es verdad que la tragedia "Viven" comenzó cuando un miembro del equipo uruguayo, enfadado con Nando Parrado, le dijo "anda y cómeme el nabo"?

Y como conclusión, un problema de lógica:

Pablito tenía 10 manzanas, se come 9 y regala otra a Anita, que sólo se come media, ¿cuántas manzanas quedan? Ahora media, pero esperad a que a Pablito le entren las cagaleras, entonces quedarán 9 manzanas y media, aparte de lo que hubiese comido Pablito con anterioridad.

Y recuerden, todo esto ha sido producto de su imaginación, no le den más vueltas... es una chorrada.

PRENSA ROSA (Marujeo Nacional)

¿Qué nos pasa por la mente a los españoles cuando nuestras cadenas de tv dedican tanto tiempo a la prensa del corazón?

Nos invaden Ama Rosa Quintana y su parida de Ciéntificos superimportantes y periodistas respetables y objetivos (el sarcasmo está permitido en internet). Intentan mostrarnos qué opinan, con qué frecuencia follan y hasta de qué color cagan los famosos cuando a la gente "realmente" coherente eso les importa un auténtico Carayo.

Vale que la solución no sea multiplicar los programas culturales de la 2 (dios nos libre), aunque a la hora de la siesta siempre ayuda algún que otro documental de cocodrilos, pero lo que no se aguanta es a una parida de prepotentes hablando de la vida de otras personas como si de Ciencia se tratase: "Pues sí, hemos descubierto, rastreando en su basura, que en las últimas dos semanas Jesulín ha cagado blando", bonita profesión.

Y luego están los famosillos de la farándula cañí. Los cutre-humanos que pretenden sacar partido de sus operaciones tetales y demás fornicaciones con curas. Pobres Rappel y Aramis, empezaron pocos y su competencia se ha quintuplicado. Hoy día se puede adivinar el futuro a través de un exhaustivo análisis de nabos y pepinos. Vegetales favoritos de la señorita doctriz honoris-causa Yola Berrocal.

Y para qué hablar ya de la televisión de la buena, buena... de aquella que consiste en segir con lupa a un grupo de "humanos" que comen, cagan y se relacionan en su entorno seguidos por cámaras. Jane Goodall hizo un estudio muy parecido (Gorilas en la niebla) y resultó bastante más interesante, también es normal, el coeficiente intelectual de los seres que ella estudió era mayor.

En fín, España se ha convertido en un gran vecindario de marujas en las que el humor, todo el deporte "que no sea fútbol" y los programas culturales no gozan de tanto espacio como deberían. Se dice que "si no puedes vencerlos, únete a ellos". Vosotros haced lo que querais, es un país libre, pero yo... PASO.

Un saludo y si habeis llegado a esta línea, seguro que opinais igual que yo. La guerra aún no está perdida.

                                                                 Tappy

Moraleja: "Dime qué hay en tu basura... Y te diré con quién te acostaste anteayer".